En la actualidad están proliferando un gran número de dietas milagro, promocionadas por «gurús» de la nutrición que prometen una pérdida rápida de peso a expensas de eliminar de la dieta uno o varios tipos de alimentos básicos en una dieta equilibrada, o promoviendo el consumo de un único alimento normalmente anunciado como depurativo (o «detox»). Todas estas dietas tienen el único objetivo de lograr una importante pérdida de peso en un corto espacio de tiempo, sin tener en cuenta lo más mínimo el impacto que pueda tener sobre nuestra salud esta barbarie nutricional. En su día ya os mostramos cómo reconocer las dietas milagro para poder evitar caer en sus redes y, posteriormente, indagamos un poco más en la dieta Dukan y la paleodieta. Ahora nos toca analizar y comentar la dieta del sirope de arce.
La razón del auge y el gran impacto que están teniendo estas dietas en la actualidad se debe, en parte, a la ignorancia de la gente, que en una semana ven en sus básculas una pérdida de 7 kg de peso, y asumen que esta dieta es la panacea y que puede llevarse a cabo siempre que sobren unos kilos. Pero, sobre todo, la gran difusión de la dieta del sirope de arce se debe a una intensa campaña de marketing y a la cara dura de sus inventores, que se aprovechan de esa ignorancia para ganar grandes sumas de dinero jugando con la salud de la gente. En definitiva, la dieta del sirope de arce es cada vez más popular, ya que la gente busca resultado rápidos y de esta forma los consiguen, pero ¿a qué precio?.
¿En qué consiste la dieta del sirope de arce?
Muy fácil, como su nombre indica, la dieta del sirope de arce consiste en el consumo exclusivo de este alimento, combinándolo con otros productos también catalogados (por los creadores de la dieta) como «detox«, como el jugo de limón o la canela. En cualquier caso, el sirope de arce es el eje central de esta dieta.
Seguro que alguna vez lo habéis oído en alguna película o serie americana, pues no deja de ser un dulce, ¡puro azúcar!, ¿qué tiene eso de «detox»?, proviene de la savia del arce, un árbol muy común en Canadá y en el norte de Estados Unidos.
Los gurús de esta dieta proponen un plan específico con una fase de pre-dieta y post-dieta para que sea más «efectiva»:
- La fase pre- dieta permite incluir otro tipo de alimentos como frutas, verduras o pan integral junto con el sirope de arce para ir «acostumbrando» al cuerpo, siempre según ellos claro.
- Posteriormente se comienza la fase de dieta en la que, durante 7-10 días, solo se pueden consumir 16 cucharadas de este sirope mezclado con 2 litros de agua, el zumo de 3 o 4 limones y, opcionalmente, canela o cayena. También se permite el consumo de infusiones, excepto café y té.
- Y finalmente terminaremos con la fase post-dieta en la que volveremos a incluir alimentos de la fase pre-dieta durante 3 días.
Nuestra opinión
La dieta del sirope de arce es otra de las muchas dietas milagro que se difunden en la actualidad (principalmente por famosos y celebridades), como la dieta de la alcachofa, de la uva o de la piña.
Cualquier dieta poco flexible y restrictiva está abocada al fracaso. Con esto nos referimos a dietas que restringen varios alimentos necesarios en una dieta equilibrada (como los cereales, los lácteos, frutas, verduras o carnes), que habitualmente generan estrés y ansiedad, por lo que no se pueden mantener mucho en el tiempo, son difíciles de llevar y de compatibilizar con una vida social sana.
Además, a largo plazo pueden provocar graves consecuencias en nuestra salud debido a los déficits y las carencias nutricionales, además del casi seguro efecto rebote. La pérdida de peso lograda no solo se recupera, sino que lo más habitual es recuperar algún kilo extra respecto a cómo se empezó esta dieta.
Nuestro objetivo final no es implantar una dieta estricta en el paciente y lograr que la lleve a rajatabla hasta que pierda peso, sino conseguir una modificación en los hábitos alimentarios. En definitiva, nuestro objetivo es enseñar a alimentarse de forma saludable, de manera que se logre la reducción de peso de forma paulatina y siguiendo una dieta variada y equilibrada. La adquisición de los hábitos alimentarios saludables va a permitir que el peso se mantenga tras el tratamiento nutricional.
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