Las espinacas son una de las verduras con mejores propiedades nutritivas. Están compuestas en su mayoría por agua, su contenido en hidratos de carbono y grasas es bastante bajo, y es uno de los vegetales con mayor cantidad de proteínas y fibra. Además es rica en multitud de vitaminas (vitamina C, E y provitamina A); todas ellas antioxidantes, y minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio y sodio).
Con la llegada del invierno, las cremas y purés se incluyen con mayor frecuencia en nuestra dieta. Hace tiempo, os recomendamos una crema de calabacín, y hoy os proponemos esta crema de espinacas que se prepara de una forma rápida y sencilla, además de salir bastante barata. En nuestro caso hemos empleado leche entera y quesitos para darle esa consistencia cremosa interesante a la crema de espinacas, pero bien podría usarse nata, una bechamel ligera, patata o maizena en lugar de la harina, para aquellas personas que padecen la enfermedad celiaca, o únicamente leche y harina para obtener una crema más ligera y sin tantas grasas.
Ingredientes (6 personas)
- 300gr de espinacas frescas
- 1 litro de leche entera
- 2 cdas de harina
- 5 quesitos en porciones
- 1 cebolla
- 3 cdas de aceite de oliva
- Sal, pimienta y nuez moscada
Elaboración
- Pochar la cebolla en el aceite y añadir sal. Una vez pochada (que se mantengan de color blanco), agregar la harina y rehogar unos minutos.
- Ir añadiendo poco a poco la leche sin parar de remover la mezcla. De esta manera se evitará la formación de grumos.
- Agregar las espinacas y dejar cocer alrededor de 10 minutos.
- Por último, agregar los quesitos en porciones, remover y triturar. Corregir el punto de sal y añadir la nuez moscada y la pimienta. Ya tenemos lista la crema de espinacas.
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