El día 12 de septiembre se celebra cada año el Día Internacional de Acción Contra la Migraña. Esta enfermedad, según la OMS, afecta a uno de cada siete adultos a nivel mundial y es tres veces más común en mujeres que en hombres. En España la migraña la padecen el 2,3 % de la población, siendo más frecuente en mujeres de edad adulta. Además, es el motivo de consulta más frecuente en los servicios de neurología en nuestro país.
Las cefaleas, entre las que encontramos las migrañas, son enfermedades que afectan sensiblemente a la calidad de vida de los pacientes que las padecen, provocando en ellos diversos problemas sociales, económicos y familiares, pudiendo provocar la incapacidad de estos pacientes a realizar una vida normal. Uno de los grandes problemas a la hora de combatir esta enfermedad es que son poco reconocidas como tales por la sociedad y por muchos profesionales sanitarios, ya que las consideran molestias menores y, a menudo, se receta un simple medicamento para terminar con la molestia. Por este motivo, las migrañas no han sido objeto de muchos estudios científicos, lo cual ha cambiado en los últimos años.
Gracias a iniciativas como el Día Internacional de Acción Contra la Migraña, se ha conseguido entender de mejor grado cómo funciona la enfermedad, y comenzar el camino para encontrar un tratamiento. En algunos estudios de los últimos años se hace referencia a como está relacionada esta enfermedad con los estilos de vida y la nutrición, siendo ésta un factor decisivo para prevenir los brotes de esta enfermedad.
¿Qué es la migraña?
La migraña es el tipo de cefalea crónica más frecuente y se caracteriza por provocar latidos intensos en un área concreta de la cabeza, los cuales son acompañados frecuentemente con nauseas, vómitos y sensibilidad extrema a la luz y el sonido.
El 95% de los casos de migraña está causada por un origen genético, ya que en estos pacientes existe un déficit de DiAmino Oxidasa (DAO), una enzima localizada en el intestino delgado y encargada de metabolizar la histamina para poder eliminarla.
En los últimos años se ha descubierto que no se trata de una carencia como tal de la enzima DAO, sino que se debe a que, según nuestro material genético, creamos un tipo de enzima u otro, con la misma función y estructura, pero con actividades inferiores. A esto se lo conoce como polimorfismos. Aquellas personas que, debido a un genoma en concreto, fabriquen la DAO con menor actividad, presentarán un mayor riesgo de padecer esta patología.
El déficit de DAO provoca la acumulación de histamina en sangre y tejidos, lo cual desencadena toda la sintomatología de la migraña. La histamina es un neurotransmisor propio del cuerpo humano que interviene en numerosos procesos biológicos como la inflamación, la secreción de ácido gástrico, la cicatrización de tejidos y la regulación del sistema inmune. Sin embargo, este compuesto es también el causante de alergias y otras patologías cuando las concentraciones en sangre y tejidos aumentan muy por encima de la normalidad.
Sin embargo, esta enfermedad no es constante, sino que aparecen brotes de dolor que pueden durar horas o incluso días. Estos brotes se deben a que la migraña también está sometida a factores ambientales que desencadenan dichos brotes, entre los que encontramos:
- Estrés
- Factores hormonales (menstruación)
- Alergias alimentarias
- Fármacos
- Bajadas de azúcar en sangre
- Dormir poco
En cualquier caso, una alimentación y unos estilos de vida desordenados y poco saludables pueden repercutir seriamente en la aparición de brotes más frecuentes y duraderos. Por lo tanto, una alimentación saludable va a ser crítica en el tratamiento y va a ayudar en la prevención de esta enfermedad.
Nutrición VS Migraña
La base de una alimentación preventiva para pacientes afectados con migrañas consiste en estructurar la dieta de manera que se restrinjan los alimentos ricos en histamina, con el fin de no contribuir a la acumulación de este compuesto en la sangre. Generalmente, los alimentos ricos en histamina son conservas y semiconservas de pescado, quesos madurados y fermentados, algunas verduras, embutidos no cocidos, el vino y la cerveza.
Alimentos a restringir
- Yogur y quesos curados
- Soja, judías pintas y garbanzos, frutos secos
- Berenjena, calabaza y espinacas, tomate y salsas de tomate
- Fresas, albaricoque, naranja, papaya, melocotón y ciruelas
- Conservas de pescado y marisco
- Clara de huevo, dulces y pasteles industriales, chocolate y cacao
- Bebidas con gas y té, bebidas alcohólicas, especialmente las fermentadas como el vino, la cerveza o la sidra
- Es importante, si en la dieta se consumen alimentos procesados, leer las etiquetas de los mismos, ya que existen ciertosaditivos que favorecen la acumulación de histamina. Por ello, se debe reducir el consumo de aquellos alimentos procesados que contengan:
- Glutamato monosódico (E-621): Muy utilizado en la comida china. Además se emplea en productos fritos, snacks, sopas en polvo, patés, pizzas, embutidos, fideos chinos, alimentos precocinados, encurtidos en conservas, productos cárnicos y en productos dietéticos con contenido reducido en sal.
- Tartrazina (E-102): Se encuentra en productos de pescado, mariscos, batidos, refrescos, quesos, salsas, mostazas, flanes, galletas, cereales y golosinas. Se usa también como sustituto del azafrán para arroz y paellas.
- Sulfitos (E-221-E-228): Se encuentran sobre todo en vinos, cervezas, salsas, bebidas refrescantes, carnes, legumbres, conservas de vegetales, marisco congelado, zumos, encurtidos, postres dulces, frutas en seco y productos con huevo.
- Benzoatos (E-210-E-213): Se encuentra principalmente en el ketchup, salsas picantes, refrescos, bebidas energéticas, zumos, margarinas, bollería, pasteles, gelatinas, cervezas sin alcohol, comidas precocinadas, hummus, conservas de pescado, caviar.
Además de evitar todos estos alimentos, se debe tener especial cuidado con el consumo de pescado y controlar su conservación ya que, algunos tipos de pescado como el atún o el bonito, acumulan altas concentraciones de histamina conforme se van degradando desde su pesca. Por lo tanto, es fundamental consumir el pescado lo más fresco posible y conservarlo a su temperatura idónea, sin romper la cadena del frio.
Por último, se debe tener especial cuidado con el consumo de medicamentos de uso común como los analgésicos, antihistamínicos, mucolíticos, antidepresivos, ansiolíticos, antibióticos, entre otros, ya que promueven la acumulación de histamina en el organismo. Es conveniente consultar con su farmacéutico y leer siempre los prospectos para saber si puede tomar o no ciertos medicamentos.
Pablo Serrano Preciado
Nutricionista Santiago de Compostela dice
Muchas gracias por este interesante artículo sobre la migraña.