El té es una bebida obtenida mediante la infusión de hojas y brotes de la planta del té (Camellia sinensis) y su popularidad es tal, que se trata de la segunda bebida más consumida en todo el planeta, sólo por detrás del agua. Los diferentes tipos de té se distinguen según la forma en que son procesados, el clima, las condiciones del suelo, etc. Aunque hay más de 3000 variedades, los más conocidos son el té blanco, té verde, té oolong o azul y té negro.
Té blanco
El té blanco es un té sin fermentar en el cual se utiliza los brotes de las hojas aún sin abrir, que se marchitan y se secan al sol para que pierdan la humedad. Para obtener este té únicamente se recogen los brotes más jóvenes, siendo necesarios más de 90.000 brotes para sólo 250 gramos, de ahí que sea un producto muy caro. Su sabor es muy suave y su contenido en teína (estimulante similar a la cafeína) es mucho menor que en el té verde.
Entre sus propiedades beneficiosas podemos destacar su gran capacidad antioxidante por su contenido en polifenoles y catequinas (4 veces mayor que en té verde), así como su contribución a disminuir la fatiga mental y a reducir el colesterol LDL o “malo”, siendo un gran aliado frente a las enfermedades cardiovasculares.
Té verde
El té verde se obtiene mediante la deshidratación y secado de las hojas de manera que se evite la fermentación. De esta manera, la hoja conserva todo el aroma y el color, así como sus vitaminas y minerales.
El té verde es el considerado como más saludable. Su alto contenido en vitaminas A, C y E, selenio y polifenoles le confiere un gran poder antioxidante. Favorece la eliminación de colesterol LDL y el aumento de colesterol HDL o “bueno”, además de tener efectos beneficiosos sobre la circulación. Contiene taninos que le dan al té un efecto astringente útil en casos de diarrea. Entre otros muchos beneficios, destaca también su acción diurética y su capacidad de reducir los niveles de azúcar en sangre.
Rooibos: Lo llaman té, y no lo es
El rooibos es una planta de origen sudafricano que se conoce también bajo el nombre de té rojo o té rooibos, aunque en realidad se trata de una infusión y no un té. Con esta planta se pueden elaborar infusiones de color rojizo con un ligero sabor dulzón y afrutado.
Una de sus características es que no contiene cafeína ni teína, por lo que puede ser consumido por niños y personas nerviosas o hipertensas; además carece prácticamente de calorías siendo ideal para dietas de control de peso y para mantener una adecuada hidratación en verano. Si bien al rooibos se le atribuyen muchas otras propiedades beneficiosas, en la actualidad no todas ellas están demostradas científicamente, pero aquí os dejamos aquellas que podrían tener una mayor importancia:
- Acción antialérgica y antiespasmódica, además acelera la recuperación de erupciones cutáneas.
- Gran actividad antioxidante.
- Mejora el sistema circulatorio.
- Gracias a su contenido en fluor , calcio y magnesio, el rooibos es una planta ideal para la dentadura.
Los tés negros, oolong e incluso rojos, se diferencia del blanco y el verde en que sufren un proceso de fermentación que modifica tanto las características sensoriales como las propiedades nutritivas.
Para conocer más características de otros tipos de tés os dejamos una lista de tés dónde podéis votar el que más os guste.
thania dice
Hola
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Saludos
Thania
thaniablog@gmail.com
BebiendoTe dice
Muy interesante vuestra entrada de hoy sobre los diferentes tipos de té. De hecho hay mucha gente que confunde los tés con las infusiones. Os dejamos nuestra entrada por si estais interesados http://www.bebiendote.com/blog/porque-llamamos-te-a-lo-que-no-es-te/
Saludos!